Ley Luna, el derecho de los niños contra el atropello de las autoridades, propuesta para los legisladores

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¿Qué hacen los desalojados en una situación que los orilla a dormir en la calle sin protección alguna?

Hace unos días recibí una llamada, era Leo. Llegaron a su pequeño cuarto a desalojarlo. Con uso de la fuerza pública una actuaria sin el más mínimo respeto hacia él, su esposa, su hija de 3 años y su hijo recién nacido, les dijo: Se salen en este momento o les sacamos sus cosas a la calle con los policías.

Leo no entendía por qué le decían esto, él le rentaba el cuarto a un señor. No le quisieron mostrar ni un papel.

En la llamada yo le dije que tenían que entregarle una orden judicial, pues él está protegido, así como todos los mexicanos, por el artículo 16 de la Constitución (nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento).

Me dirigí a su domicilio ignorando las amenazas del policía estatal, las cuales sugerían me iban a encarcelar sí aparecía ahí.

El escenario fue caótico. Todas las pertenencias de Leo y su núcleo familiar se encontraban en la calle. Su esposa con el recién nacido Jazhiel en la banqueta y su hija de 3 años Luna, pequeña que lloraba porque no quería que cerraran su casa.

Las autoridades judiciales bien peinadas, perfumadas y los finos abogados terminaron su diligencia y airosos de su labor abordaron sus unidades y partieron, probablemente a algún restaurante decente, de esos que solo aceptan gente bien en las terrazas.

Mientras tanto Leo no supo por qué lo habían desalojado.

Recordé que el policía estatal me comentó -nosotros ya estamos acostumbrados a los desalojos. Hay días que hacemos hasta 3 seguidos-. Reflexioné; son 1095 al año, qué desgracia para todos ellos que se quedan sin hogar.

Y me pregunto; ¿no es este un foco rojo en el tejido social? La perforación de 3 agujeros al día en la delgada tela de este tejido?

¿Qué hacen los desalojados en una situación que los orilla a dormir en la vía pública sin protección alguna? ¿No es esta una causa de la inseguridad en Puebla? La total indolencia de las autoridades ante una familia indefensa en la calle. Sin siquiera poner una mudanza a su disposición o una póliza para cubrir el primer mes de renta en un techo. ¿O mi mente se pierde en utopías de países escandinavos?

Si las leyes no protegen a los más desamparados entonces considero que las leyes mexicanas sirven para una chingada, pues no están protegiendo a todos en un derecho humano fundamental.

Ninguna autoridad ni puesto burocrático permite atropellar los derechos de una familia indefensa. Esperemos que la licenciada María Alicia Ortíz Márquez; Juez primero Especializado en Materia Civil del Distrito Judicial de Puebla, y la Licenciada María Paula Isabel Martínez Atenco, así como todos los empleados que acudieron a este acto, algunos de espectadores, otros de actores, puedan cobrar felizmente ese día de sueldo, y con eso se compren un curso de empatía, de ética y de humanidad, ya que si no se percataron de esta escena, probablemente la autoridad que tienen pone en riesgo a miles de familias en este peligroso estado, que cada vez aumenta más su color rojo sangre.

¿Por qué no les indicaron a los inquilinos, Leo y su familia, y otras tres familias más sus derechos? ¿Por qué no les notificaron con la anticipación que la ley indica que se llevaría a cabo el lanzamiento? ¿Fue el propietario de la vivienda notificado como la ley lo establece? El afectado podrá ejercer sus derechos en un juicio de amparo, pero las tres familias lanzadas a la calle con hijos y bienes materiales después de vivir este trago amargo tendrán que optar por la resiliencia y fortalecer su espíritu, o, ¿qué les queda?

Este lamentable acto de autoridad se llevó a cabo en la colonia México 83, un barrio donde habitan ciudadanos de escasos recursos.

Guillermo Ríos Delgado Falcón