La persona que ama o siente a algo nunca puede tratar con mal aprecio o con irracional-irresponsable cuido o con la punta del pie a ese algo. Sí, es de biennacidos el así entenderlo...

Por lo menos, a mí (sea lo que sea para vosotros) no me puede el engaño… ¡ni el consentirlo siquiera!

Lo que debe ser bien, ¡cierto!, ¡ciertísimo!, no puede nadie hacerlo pasar por “falso bien” o por insuficiente bien o por “contaminado bien de algún mal”, por mínimo que sea...

Imagine llegar a una fiesta y que le ofrezcan una copa con Drano (destapa caños) usted, seguramente dirá: ¡No, gracias! Investigue qué contiene la metanfetamina, parece ser más sano el Drano. Si los jóvenes supieran qué les ofrecen exactamente, de igual forma dirían: ¡No, gracias!..

Más artículos...