¿Conocemos qué pensamos sobre nuestra sexualidad?

Sexualidad
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El cuerpo desnudo es la propia túnica de la piel y es única. Muchos de nosotros (casi tod@s), incluyendo nuestras parejas, tenemos los mismos sentimientos o parecidos en relación a su imagen. Conocerse es acercarse al conocimiento de los demás...

Un ejercicio muy simple que resulta de gran utilidad porque permite saber cómo nos sentimos con nosotros mismos y lo que revela nuestro interior es el siguiente:

Sitúate frente a un espejo de cuerpo entero desnud@. Mírate objetivamente y trata de oír lo que piensas ¿Cómo te sientes así de pie y sin ropa? ¿Feliz y libre o culpable y lleno de timidez? Porque lo que tu pareja verá mientras hace el amor contigo no es el cuerpo exterior, sino lo que sientes del tuyo, y su mente percibirá qué piensas sobre tu sexualidad. Despojarte de las ideas y los sentimientos negativos que tienes acerca de ti mismo, es la manera de comenzar a desbrozar el camino de la sexualidad plena y feliz.

Si frente al espejo o cuando se está a punto de hacer el amor aparece la culpa inculcada por nuestra cultura, o los conceptos de “el sexo es algo sucio” “es pecado”, “hacer esto está bien y aquello está mal”; o si se recuerdan experiencias negativas anteriores, se iniciará el camino con el pie equivocado y el lecho de amor se llenará de presencias indeseables. Hay que aprender a quedarse a solas con la pareja en el momento de la vida en que se está: AQUÍ Y AHORA, y pensar que los que están dispuestos a un acto sexual son dos personas cargadas de amor y energía positiva, nada más ni nada menos.

Cada persona es la única responsable de su sexualidad y de su energía sexual y cada pareja lo es de la sexualidad de los dos. Hay que aceptarse y aceptar la sexualidad propia porque eso es lo que hay y lo que se tiene para ofrecer y, lo más importante hay que aceptar que es eso también lo que ell@s aman en nosotr@s. Somos seres divinos encarnados en este cuerpo.

Con esta perspectiva vuelve a situarte frente al espejo y comienza a cambiar las ideas negativas. Cierra los ojos y pon la mente en blanco. Ábrelos luego lentamente y centra la atención en tu respiración. Cada vez que en el espejo veas algo que no resulte grato, y eso te embargue de un sentimiento negativo, cierra de nuevo los ojos y piensa en algo que te guste y que te comunique un sentimiento positivo. Si no te gusta esa arruga, piensa que la edad es experiencia. Si no te gusta advertir esos kilos de más, piensa que un cuerpo más amplio contiene mayor energía que ofrecer al amor, y así sucesivamente.

El cuerpo desnudo es la propia túnica de la piel y es única. Muchos de nosotros (casi tod@s), incluyendo a nuestras parejas, tienen los mismos sentimientos o parecidos en relación a su imagen. Conocerse es acercarse al conocimiento de los demás.

No te compares con esta imagen que el mundo actual quiere imponer, donde si no tienes estas cualidades: Juventud, Belleza, Fuerza y Salud, estás perdido y te sientes inferior. Tiene tanta dignidad una persona joven como una madura o anciana, una bella y una que no lo es (ante sus parámetros), una fuerte o débil que una sana o enferma. No nos reduzcamos a objetos, no empobrezcamos nuestra vida ni nuestras relaciones por una petición, casi una obligación, que es inalcanzable y está fuera de la dignidad humana. Una cultura donde no se respeta la vida en sus diversas etapas ni sus diferencias.

El sexo es una fuerza potencialmente constructiva que todos tenemos dentro, es algo fecundo que nos une a otr@ y que nos reúne con el universo. Aprendamos pues a hacer en la cama un espacio a la ternura, al humor, al juego y a la creatividad. Hay que olvidarnos de la culpa y la vergüenza, no debemos imitar a ningún modelo impuesto ni tratar de superar ninguna marca. Apuesta a tu honradez emocional cuando hagas el amor, utiliza tu imaginación y creatividad, respeta y permite que tu pareja haga lo mismo, jueguen y permítanse así mism@s y al otr@ expresarse. Sólo ustedes son los protagonistas de su relación. 

EL AMOR, es una bendición siempre, y sus alcances son aquellos que la propia persona y su relación decida en cualquiera de sus facetas o en todas las que son de la propia condición humana integral: SENSUALIDAD, ESPIRITUALIDAD, EMOCIONES Y PENSAMIENTO.

Desarróllalas e intégralas, están dentro de ti. Ninguna es más importante que la otra, y sin embargo todas son necesarias. No te limites ni te reduzcas, cuida y desarrolla tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Acéptate y responsabilízate de lo que eres. Disfrútate al máximo y comparte tu persona con todos los que te rodean.

Laura Patricia Moisés Julián