El agua en el cuerpo juega un papel muy importante para la piel, el cerebro, el metabolismo, la respiración y demás funciones que analizaremos poco a poco en esta ocasión.
Cuando estamos recién nacidos, el agua que compone nuestro cuerpo es de casi un 75% y conforme vamos creciendo esta conforma el 60%. Se localiza en dos partes, principalmente dentro de las células (intracelular) y fuera de ellas (extracelular), que es la que circula en la sangre e hidrata los tejidos.
El agua que necesitamos cubrir cada día es por medio de la ingesta directa que debe de ser 1.5 litros, y la que se libera por la ingestión de la misma comida a nivel metabólico.
Y hablando específicamente de sus beneficios; un vaso de agua puede disminuir la sensación de apetito durante la noche en un 100%. Una disminución considerable en el consumo de agua diaria puede provocar fatiga, y problemas de la memoria o falta de concentración, tan sólo 5 vasos de 240 ml al día, pueden ayudar a disminuir hasta en un 45% el desarrollo de cáncer de colon, 79 % el cáncer de mama y un 50% el cáncer de vejiga.
Según el Consejo Nacional de Investigación de los EU recomienda que se consuma 1 ml de agua por caloría consumida al día.
El agua también ayuda a mantener la piel más hidratada, previniendo la celulitis, la aparición de estrías y arrugas en edad adulta. Además ayuda a que exista un buen funcionamiento intestinal, apoyando al movimiento intersticial para favorecer la digestión.
Este consumo de agua debe ser totalmente natural, sin edulcorantes o saborizantes, gas o demás y fórjense el hábito de hacerlo día a día.