Hombres malos y mujeres buenas

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Ni todos los hombres son malos, ni todas las mujeres son buenas...

Con los lamentables sucesos en el estadio Corregidora en Querétaro, salió a la luz la maldad del género masculino en el mundo, en México y en las tierras queretanas, aseguran algunas voces feministas.

La mayoría de los agravios fueron cometidos por hombres contra hombres. También se presentaron agresiones a mujeres, niños y personas de edad avanzada, por hombres. Sin duda una vergonzosa barbarie.

¿Estamos en una sociedad de machos malos? No.

Existen hombres nobles, trabajadores, sensibles, comprometidos con su familia, protectores de sus mujeres. Héroes que cada día ponen en peligro su vida como bomberos, policías, militares, enfermeros, rescatistas, médicos, guarda bosques. Hombres guías para sus hijos e hijas, para su comunidad. Hombres trabajadores y honestos. Hombres íntegros, dignos. Aquellos que donan órganos, que se quitan el pan de la boca para alimentar a sus seres queridos, que se buscan la vida de manera digna.

Hay mujeres asesinas, defraudadoras, pederastas, tratantes de blancas, narcomenudistas, corruptas, golpeadoras, déspotas, autoritarias, que le quitan el pan a los desposeídos, que afectan a los pobres, que lucran con la extrema pobreza, que mienten, que engañan, que simulan, que agreden.

Ya basta de encasillar a los seres humanos por género. Basta de pedir inclusión, haciendo a un lado. Exigir respeto de manera irrespetuosa. Reclamar derechos, violándolos. Implorar perdón, estigmatizando. Desear una mejor vida señalando al otro solo por señalar. Pedir no ser criticados, criticando.

Somos seres humanos, una especie más en el orbe. Algunos malos, otros buenos. La mayoría en el medio. Un poco egoístas, o un mucho.

Las leyes se hicieron para cumplirlas, y en un Estado de derecho, todos y cada uno debemos respetarlas. Cualquiera que no las respete, sufrirá las sanciones establecidas, sea hombre o mujer.

Los valores en los humanos se inculcan desde la familia. El núcleo familiar es el responsable de las actitudes de sus miembros.

Lo que vimos en Querétaro fue vergonzoso y triste. Pero no culpa del hombre, si no de unos seres humanos sin valores, sin respeto a sí mismos, sin el suficiente intelecto para saber que a partir del momento en que cometieron esas atrocidades, marcaron su destino y destruyeron sus vidas en un arranque de estupidez.

Ni todos los hombres son malos, ni todas las mujeres son buenas.

La violencia cometida por los hombres en contra de las mujeres, es otro tema, muy delicado y deleznable. Los feminicidios que se comenten todos los días en México, son preocupantes y no son atendidos como deberían serlo. Pero reitero el punto que quiero señalar, no se trata de todos los hombres.

Nos leemos pronto

Paty Coen