Antonio Grajales Farías

Entrevistas
Tipografía
  • Diminuto Pequeño Medio Grande Más Grande
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Hago de lado la ciencia y la metafísica y los fenómenos cósmicos para, digamos que como el borras, asegurar que la existencia física, intelectual y comercial de los Grajales (los Antonio, padre e hijo...

 

Hago de lado la ciencia y la metafísica y los fenómenos cósmicos para, digamos que como el borras, asegurar que la existencia física, intelectual y comercial de los Grajales (los Antonio, padre e hijo) comprueba que, en efecto, existe la herencia de los genes. O dicho de otra manera: las actitudes y la forma de ser de ambos podrían sustentar la llamada genética mendeliana o método VIG, estudios que precisan la existencia de la información genética. Pero como no estoy capacitado para meter la cuchara en las honduras científicas, sólo aseguro que el par piensa igual. Esto porque los dos actúan de la misma forma, tienen cualidades muy parecidas, se conducen con si fuesen una sola persona y representan la cadena familiar cuyo destino parece ser el trabajo que vigoriza la tradición radiofónica con una variante:

Con este antecedente (el de la herencia genética) estaba obligado a preguntarle a Antonio Grajales Farías cuál es el recuerdo más importante de su infancia. Y él respondió:

–La convivencia todos los días con mi papá. Mi padre fue y es un hombre cien por ciento dedicado a sus hijos. Su principal proyecto fuimos sus hijos. Por eso siempre lo tengo en la mente y lo escucho y lo admiro y sigue estando presente en cada una de mis decisiones.

Antonio es joven, dinámico y pausado para responder. Piensa dos veces lo que va a decir. No da paso sin guarache pues. Así que hubo que abordar la entrevista tratando de incursionar en sus primeras experiencias, esas que, dicen los expertos, le dan al ser humano el derecho de hablar de sí mismo.

¿Cómo te acuerdas cuando niño?

–Muy noble, sencillo y con mucha alegría. Me recuerdo animalero; me encantaban los animales y me siguen gustando. Fui un niño muy maduro. Me tocaron algunas épocas de guerra y tuve que entrarle. A pesar de mi edad siempre me ubiqué en el razonamiento de señor. Creo que pasó lo mismo con mi hermano y mis hermanas.

Según Aristóteles el hombre es un animal político. Así que a partir de este concepto tan filosófico como pragmático le pregunté:

–¿Te gusta la política?

-Me gusta. En el giro en el que estoy, se presta para la política porque se está en la política. Todos hacemos política de alguna u otra manera. Me gusta y me atrae como ciencia, como el ejercicio que debemos de observar con los ojos de la crítica constructiva.

–¿Cómo has visto los cambios políticos, la alternancia en el poder?

–Veo que está en proceso de maduración y que por ello no es éste su mejor momento. Ha sido una época de mucha inmadurez, de inestabilidad, de abundancia de personajes políticos y empresariales. Nos encontramos en una encrucijada y no sabíamos por dónde caminar. Ahora, creo, seguimos aprendiendo y vemos cómo funciona la política inmadura, a veces muy corta o muy pequeña. Nos falta (ciudadanos y gobierno) mucho por madurar, por reconocer, por entender desde los fenómenos políticos hasta las posiciones y los juegos también políticos, el por qué él y el por qué yo no. Hay que aprender.

–En la política local, ¿hacia dónde vamos?

–Vamos por buen camino. Pero creo que también nos ha tocado lidiar con una interesante variedad de colores, con los muchos intereses que existen. Por ello digo que la local es una política en la cual todavía hay mucho que aprender y mucho por madurar. Es la condición del país, de la nación que está en proceso de acomodarse a los nuevos tiempos.

–¿Para ti cuál ha sido el mejor político que hayas conocido, el qué más te ha impactado?

–No hay mejor político que Marcelino Farías, que en mi caso es mi abuelo. Tiene una gran historia. Fue gobernador de Nuevo León, dos veces presidente municipal de Monterrey, líder de la Cámara de Diputados. También tuvieron épocas interesantes como la de Gustavo Díaz Ordaz y la de Adolfo López Mateos. Empezó siendo líder estudiantil en la UNAM. También estuvo en gobernación. Por eso y por otras cosas si tú quieres familiares, para mí no hay mejor político que él.

–Si tuvieras la oportunidad de platicar con Felipe Calderón Hinojosa, ¿qué le dirías?

–Que va bien. Ha sido un presidente duro, fuerte, firme, decidido. Pienso que él va a sacar las famosas reformas que le hacen falta a México. Y lo va a lograr porque antes de ser presidente estuvo en muchas posiciones claves. Le diría que en la parte de seguridad lo está haciendo perfecto. Y también le diría que se cuide mucho; que esta en una posición muy difícil, muy complicada pero que siga igual de firme.

–¿Qué opinas de la influencia de los medios de comunicación en la democracia y viceversa?

–Yo podría hablar de mi medio, del Grupo Oro. Yo creo que hemos influido; la radio local ha tenido una gran influencia en los temas federales para presidente y en los locales para gobernador, para diputados locales y federales, para munícipes. Hemos sido muy plurales, muy maduros. Partimos de proyectos y de propuestas razonables. Y nosotros mismos nos hemos prohibido caer en el libertinaje, confundir la palabra o el concepto libertad de expresión, de prensa.

–¿El mejor ejemplo?

–El de mi papá: ser honesto, correcto, congruente, tenaz; tener confianza en sí mismo.

La siguiente respuesta me sorprendió porque el común denominador de los jóvenes empresarios es que antepongan el negocio o el dinero a su familia. Le pregunte:

–¿La mejor elección que hayas hecho en tu vida?

–Mi mujer. Tengo una mujer bellísima, que me acompaña siempre en todos los momentos, en mis decisiones. Están ahí también mis hijos.

–¿Y la mejor lección comercial?

–La mejor lección me la ha dado mi negocio. No correr, no anticiparte, no hay que comerse el mundo. He aprendido a tener más madurez, a concentrarme en lo que hay, en lo que tenemos que hacer para que producir más, cómo hacerlo más rentable. El hecho de tener más estaciones no significa tener mejores condiciones. Con las dos que tenemos hemos podido hacer cosas maravillosas. Mi propio negocio me ha enseñado a ser paciente para encontrar el camino por donde desarrollarlo. También es una de las lecciones de mi padre.

Dejamos el lado personal para preguntar por lo social:

–¿Crees tú que la cultura poblana está bien promovida o hay que promoverla más? ¿Cuál es tu criterio al respecto?

–Los poblanos tenemos fama de ser medio especiales, medio complicados e incluso hasta conflictivos. Puede ser en parte por nuestras raíces que son variadas: primero los españoles. Puebla fue fundada y construida por ellos y después impulsada por sus hijos, los criollos. Después llegaron los libaneses. Y además estamos cerca de una gran capital. Por eso somos especiales. Para enganchar al poblano, por ejemplo, hay que entenderlo. Nos faltan algunas cosas: ser más compartidos, no tan envidiosos y aceptar a los demás. Urge hacer cosas en conjunto. Esa parte nos hace falta, tenemos que luchar unidos para concretarla. Me parece que tenemos que aprender de otros estados, los que crecen y se desarrollan fuertemente en la unidad de sus capitales y talentos.

–¿Qué piensas de la mujer en la política?

–Necesario. Una mujer te da equilibrio, la mujer te impulsa con sus ideales. Hay que respetarla, entenderla. Es necesaria en la política tanto por su honestidad como por su talento y responsabilidad.

–¿La mujer que más admira en la política?

–Beatriz Paredes –respondió a bote pronto–. Es una mujer interesante, congruente. Igual que Xóchitl Gálvez.

–¿Qué piensas de los niños de la calle?

–Híjole. Ya no sé si son más felices que nosotros. Hay que atenderlos pensando en que el problema viene de muy atrás, es añejo. En el tema de la pobreza de nuestro país, hay una serie de situaciones y fenómenos en los que no hemos podido avanzar. Quisiéramos que todos tuvieran los accesorios posibles. Hay que definir si se puede o no se puede. Es una pena ver a un niño vivir en la calle, que trabajar en la calle, que se nutra en la calle, que se desarrolle en la calle. La verdad es nuestra vergüenza, la de los mexicanos, la del Estado. “Pobres niños de la calle”, dice la gente, pero yo me pregunto: ¿o serán más felices que nosotros, los que podamos resolver sus problemas no lo hacemos?

–¿Qué le diría a un joven recién egresado de la universidad?

–Que su realidad es otra. Que la universidad nos da disciplina, convivencia, relaciones públicas, algo de madurez. La carrera es una pero la vida es otra. Le aconsejaría que tuviera paciencia, que trabajara en lo primero que le ofrezcan, claro que con dignidad. Que no se fuera por el rollo de la lana, sino por la práctica, por el conocimiento y por la experiencia.

–¿Y qué le dirían al gobernador del estado?

–Sin duda que yo quiero una Puebla muy fuerte, pujante. Que trabajemos por una Puebla con más oportunidades. Que no nos dejemos llevar por lo que dicen los demás, por los chismes. Que siga haciendo su gobierno como lo concibió. Que todos queremos una Puebla rentable, que siga en paz social y que su desarrollo sea sustentable, ecológico, social, educativo, industrial, agrícola, en fin...

Algo que quieras agregar

–Los felicito por la revista. Existen pocas de corte serio y formal. La he leído y me gustó mucho. Llena un espacio en los medios impresos formales que, creo, hay muy pocos.

La influencia de los medios escritos en tu área ¿Cómo la sientes?

–Tocando el tema, hoy más que nunca los medios se están compartiendo, intercambiando. Veamos que la televisión te puede ofrecer telefonía, Internet y cable. Las radios por ahí van. Esa es la tendencia. Ahora vemos que los medios impresos están haciendo alianzas con algunos proyectos radiofónicos o televisivos. Nosotros lo hemos hecho con Radio Fórmula. Por ahora incluimos un corte noticioso en Megacable, canal 17. Estamos muy contentos porque nos ha funcionado muy bien. Tenemos otras ideas sobre alianzas con otros medios. Y la intención de voltear a ver a los inmigrantes, quienes, como todos saben, influyen en la economía del país y son ya un factor de decisión.

Concluimos la entrevista como siempre: con la sesión fotográfica que nos permitió conocer las nuevas instalaciones del Grupo Oro, sede de una interesante emisión de ondas hertzianas.

Alejandro C. Manjarrez