La rifa del dragón mítico

Política
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Reza aquel refrán; “Se sacó la rifa del tigre”, por el hecho de ganar un peligro latente. 

 

Los políticos saben de las implicaciones de ser administradores públicos. Los empleados de lujo del pueblo, deben garantizar sus gobernados seguridad, paz, vivienda, alimentos y salud, por mencionar las cuestiones más importantes.

Los servidores públicos que en su actuar reflejaban una soberbia impactante, sus dichos y lenguaje corporal indicaba que estaban en los cuernos de la Luna, se sentían los elegidos por millones de votantes para ejercer el poder, hoy muestran en sus rostros, agobio, stress y en no pocos casos llanto contenido. Así es esto del destino, la fortuna, los designios del Señor. Es parte de la administración pública.

El aparato gubernamental se supone que está preparado para contrariedades, terremotos, erupciones, inundaciones, accidentes masivos, explosiones y todas las calamidades que pasen por su mente.

Hoy, la pandemia del Covid-19 pone a prueba la vocación de servicio de los servidores públicos que “nacieron” con ella, que la difunden en sus mensajes, la repiten hasta el cansancio en sus promesas de campaña. La vida les presenta a todos la oportunidad de demostrar de qué están hechos. Les tocó bailar con la más fea. Sabremos quién tiene los tamaños para sacar adelante a sus comunidades. Se sacaron la rifa del dragón mítico. Están frente al mayor reto de sus carreras políticas.

En la locura colectiva momentánea, no se perdonarán errores, pues representan pérdidas de vida, miseria y desesperación. Es un reto monumental. Los que salgan airosos de este momento en la historia podrán presumir de sus virtudes y sus alcances como administradores públicos. Lo peor vendrá en las próximas semanas, según los estudiosos del tema. Ojalá se equivoquen, aunque parece improbable.

Los ciudadanos deben exigir les resuelvan sus problemas, pero también deben evitar maximizarlos. Seguir los lineamientos establecidos por las autoridades sanitarias, es fundamental.

La solidaridad colectiva es imperante, está surgiendo en todos lados, debe seguir y permanecer en los momentos complicados que están por llegar.

Sabremos si las cifras de contagios son exactas o inexactas, esas cosas no se pueden ocultar.

Lo positivo para todos dentro de esta negra etapa, es que es una calamidad mundial. Sí, así como lo lee, dentro de lo negativo existe un elemento positivo pues se está luchando para encontrar soluciones en todas partes, por los mejores del mundo en todos los rubros involucrados. Se destinan fortunas para investigaciones. Es una labor titánica colectiva mundial. Algo habrá de salir pronto, un tratamiento efectivo o la vacuna. De no ser así, asunto muy poco probable, será una verdad irrefutable aquella idea poética de que no somos más que la plaga del planeta y nuestra superioridad racional habrá sido un cuento muy bien elaborado. Nos vencerá un diminuto organismo cuyo fin es exterminar al enemigo número uno del planeta, dicen los catastrofistas.

Mientras, debemos ser pro activos, positivos, colaboradores, animosos, fuertes. El futuro de todos depende de todos.

Y los políticos que siguen haciendo campaña para el próximo puesto, déjenme informarles que se perciben harto despreciables, oportunistas, miserables y esos políticos no tienen cabida en el nuevo mundo post Covid-19.

Políticos hagan una tregua momentánea durante la emergencia, que no contingencia sanitaria, luego se agarran del chongo bien y bonito para entretener a varios mirones expectantes del circo público. 

Existe una emergencia, la gente se está quedando sin trabajo, sin comida, las pequeñas empresas están cerrando y las que hicieron un esfuerzo por permanecer un mes pagando sueldos no aguantan otro más.

A esos y otros problemas deben enfocar sus energías. Que la vocación de servicio que tanto pregonan y por la que supuestamente están en la vida política los invada y les de la energía necesaria para hacer y no decir, no pelear, resolver, ayudar, apoyar.

¡Qué así sea! 

 

Hasta la próxima 

 

  Miguel C. Manjarrez